Cuidado con la procesonaria, un animal letal para nuestros perros
Con un simple lengüetazo nuestro perro puede perder la lengua por la necrosis de veneno en su piel
En primavera, con el buen tiempo, empieza la plaga de las procesionarias, estas orugas del pino cabalgan juntas por el suelo, pegadas unas a otras aunque por su tamaño y por su aspecto puedan parecer inofensivas, en realidad, cientos de mascotas domésticas, sobre todo perros, fallecen cada año tras entrar en contacto con ellas.
¿Por qué son tan peligrosas las procesionarias?
Estas orugas tienen unos pelillos en su cuerpo que son venenosos y cuando un humano las toca puede sentir escozor y picor, dependiendo de la cantidad que se toque, se pueden producir graves ampollas, pero para los animales estas orugas son, en muchísimos casos, mortales.
Tal y como explicó la Asociación Nacional de Empresarias de Control de Plagas, ANECPLA, los pelillos de las orugas afectan de una manera muy diferente a las mascotas domésticas, siendo generalmente los perros los más afectados, ya que salen con sus dueños a pasear por zonas infectadas o pinares y al acercarse a olfatear a las orugas, tocan y respiran los pelitos o las lamen. Esta simple acción que puede parecer inofensiva es mortal para muchos perros y las lesiones más comunes son la necrosis de la lengua, y daños en el hocico y en las fosas nasales.
Mucha gente se pregunta, por qué, si son tan peligrosas, no se actúa y se eliminan ya que en muchas zonas son una auténtica plaga y cada año hay más pinos afectados por las procesionarias. Pero en España, por el Real Decreto 13/11 de 2012, no se pueden usar productos químicos agresivos que afecten a otros insectos o que puedan afectar a los árboles y a su entorno, por lo que tan solo colocar trampas de feromonas que actúan sobre las mariposas que ponen los huevos y así se impide que se reproduzcan y fumigar los pinos en otoño en los meses en los que las larvas son pequeñas y sensibles porque una vez que son grandes, no se puede hacer nada.